RESEÑA DE THE WALKING DEAD: “MERCY”

Kelly D. Martínez Quiles - GV Media

La serie The Walking Dead deja con las ganas a sus fans en la premier de su octava temporada. Las críticas han llovido para este primer capítulo falto de emociones. Sin embargo, The Walking Dead sigue siendo una de las series mas vistas de la televisión. A sus creadores no les preocupa la baja sustancial de seguidores, ya que aún cuentan con un gran margen de fanáticos para seguir con su producción. En este primer episodio se pudo observar cómo las comunidades Alejandría, The Kingdom y The Hilltop se unieron para enfrentar a Negan y los salvadores.

La serie comienza con Rick dando un discurso inspirador a las comunidades: "Cuando lo conocí, Jesús me dijo que mi mundo iba a ser mucho más grande. Nosotros encontramos este mundo, y este mundo que encontramos es el nuestro ahora mismo; vinimos todos juntos y esto es de todos nosotros". Rick y los grupos comenzaron la batalla para adquirir su libertad pero no fue suficiente. El episodio se basó en una guerra peleada por un solo bando. Una historia vacía, encontrando más de lo mismo. La acción que presenta no te entusiasma y las escenas no cumplieron con el factor sorpresa que siempre distingue la acción de la serie. Su planificación fue una meticulosa: Rick y su grupo mataron zombies, hicieron una trampa para los seguidores de Negan y llevaron una horda de caminantes de la carretera hacia el Santuario y aunque todo eso suena como mucho nada realmente cautivo esta semana.

Por otro lado, la estructura de la narración

nos lleva a pensar en ese instante en el que todo se activa; cautivando esa temporalidad no lineal que nos dirige a tres puntos distintos en el tiempo: el presente, con el ataque protagonizado por la comunidad de Rick contra Negan; un futuro en el que se observa al personaje principal destruido mirando una tumba y un tercer tiempo donde se ve un Rick viejo. Todos esos planos entrelazados nos dejaron enganchados dentro del misterio. Sin embargo la manera en que se hicieron los cortes de las escenas, su secuencia y el tiempo de los eventos sirvió para alejarnos en lugar de atraernos.

Suena algo contradictorio, pero de solo verlo, la historia misma se torna en un limbo. Una de las debilidades del episodio fue ver a Negan y sus hombres con poca resistencia ante el ataque. Todo parece apuntar a que estamos posiblemente ante la muerte del padre Gabriel y que el ágil Gregory será el motivo de nuevas facetas de riesgo para los sobrevivientes. Hablando de eso, Gabriel es un personaje bien informal, después de tanto tiempo, que no hay un impacto real en que se meta con Negan al final. El giro hubiese sido distinto si la persona que se quedara atrapada con Negan al final fuera uno de los personajes favoritos de la serie. Con ese simple detalle, te enganchaba para querer ver el segundo episodio.

Todavía queda esperanza de que la octava temporada siga mejorando. No fue del todo un mal episodio, pero sí uno abstracto e incompleto.