Ser multifacético es excelente, pero estresante

Eric Fernández Santiago - GV Media

Hay un dicho que dice que “no se puede masticar chicle y caminar a la vez”. Aunque el hacerlo seria bueno para demostrar capacidades multifacéticas, realmente podrías estar contribuyendo a tu deterioro productivo.

El Multitasking (Multitarea) es el proceso de hacer varias cosas al mismo tiempo. Por ejemplo en el trabajo podrías escribir reportes mientras discutes con tu supervisor las tareas del próximo día mientras supervisas renderizaciones audiovisuales para dos proyectos departamentales de tu trabajo y supervisas estudiantes. Hemos adquirido esta habilidad de supervisar varias cosas simultáneamente sólo con la evolución de nuestras mentes. Ser multifacético es un logro evolutivo excepcional de nuestro cerebro pero, si abusamos de su uso, puede empañar nuestra lucidez y conexión con nosotros mismos, muy en especial nuestro desempeño como profesionales.

Definitivamente vivimos en un tiempo en donde la sociedad nos pide ser multifacéticos. Inclusive en algunos trabajos se enfatiza especialmente la capacidad de ser de esa forma para generar efectividad laboral. Lo que no se ve es que todo esto conlleva tres puntos negativos por lo cuales tenemos que estar alertas:

1. Mala memoria – puede traer daño a la memoria y deficiencia en las labores.

2. Bajo rendimiento – altera la capacidad de rendimiento mental.

3. Causa estrés.

Tenemos que considerar que ser “multitasking” va recreando nuestras características de personalidad de manera dañina, hasta hacernos identificar con esta dinámica y considerarla nuestro estilo de vida y el precio a pagar para crecer. Por eso es importante estar atentos y sopesar los efectos de nuestras actividades paralelas, viviendo como ciudadanos modernos pero no dejarnos afectar por el estrés, la ansiedad o la depresión.

Para contrarrestar estas situaciones, las empresas se han visto obligadas a contratar freelancers para cubrir sus necesidades y así no sobrecargar de tareas a sus propios recursos. De esta forma, la ayuda de un especialista para temas específicos, puede evitar la sobrecarga de tareas y contribuir a un incremento en la productividad y la eficiencia general, sumando valor agregado a la empresa.

Si bien es bueno ser multifacético para demostrar a tus supervisores tus capacidades productivas, estas se pueden ver afectadas por el poco rendimiento que le vas a dedicar a cada tarea que quieras ejercer.